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El último Pisco Sour (página 2)



Partes: 1, 2, 3, 4

El Presidente del Perú viajó a Francia
para comprar armamentos, pero no regresó al país.
El Congreso se incomodó. El Comando Conjunto de las
Fuerzas Armadas nombró a un nuevo general como presidente.
Desde París el ex presidente mandaba comunicados al estado
peruano, a la OEA y al Grupo Andino, manifestando que
había abandonado el gobierno porque las fuerzas armadas no
lo apoyaron en su idea de darle un puerto libre, en Tacna, a
Bolivia. Temían de una guerra con Chile. Él
decía que era todo lo contrario. Lo que buscaba era evitar
la guerra, que se avecinaba con el país del sur , y dar
una demostración diplomática de la solidaridad
panamericana a la Comunidad Andina. Según el ex
mandatario, Bolivia al tener salida al mar de Tacna, sería
como un juez imparcial que mantendría el equilibrio entre
las dos repúblicas que estaban a punto de desatar un
conflicto.

Lo raro del asunto, de su nuevo manifiesto de no
regresar al Perú, fue haber dicho que recibió
amenazas por parte de algunos miembros de las fuerzas armadas,
poniendo en peligro su seguridad personal. Por lo tanto
tenía que cuidar también la seguridad del
presupuesto del estado. Asimismo, declaró que se vio
obligado a guardar el dinero de la compra de armamentos en los
bancos suizos más privados de la Helvecia Nación
Europea.

Misteriosamente, meses después, el ex jefe de
estado viajó a Chile y no regresó al Perú
hasta que se solucionó el problema limítrofe, que
paralelamente se dio con el cambio de gobierno presidencial. Ni
los periodistas ni los políticos hablaron más del
dinero de la compra de armamentos que se quedó,
supuestamente, en los Bancos Centroalpinos.

En las elecciones presidenciales no salió elegido
el candidato que tenía su esposa de nacionalidad chilena.
Fue común escuchar este comentario popular:"Pero si el
presidente anterior tenía su esposa que era rota. No hay
duda que vivimos en un país lleno de
contradicciones".

_Ese ,mi profe, está con toda su gente.
Está con todo su fans_ bromeaba uno de los alumnos, cuando
el profesor saludaba militarmente a los marinos de la Casa Museo
"Miguel Grau", ubicada en el Jirón Huancavelica del centro
de Lima, a pocas cuadras del Palacio de Gobierno.

Otro alumno se le acercó_ ta buena la hembrita,
profe. Por qué no transa usted ahí. Su uniforme se
parece al suyo.

_ Ja ja ja ja._ rió el alumnado"Ya por favor
más respeto". Advirtió el maestro,
conteniéndose la risa.

Los escolares iban teniendo cada ocurrencia jocosa,
propia de su generación, cuando el guía marino les
exponía sobre los elementos históricos que se
encontraban en las diferentes lúgubres habitaciones de la
Casa Museo.

_¿Y con semejantes torpedos no le hemos podido
ganar la guerra a los Rotos?

_ Los Cartuchos Quemados nunca ganan nada_ se
burló un alumno sureño, ante el asombro de su
condiscípulo, al ver los torpedos dorados que
parecían de oro. Solamente se rieron sus
compatriotas.

_ Ya, silencio por favor_ puso orden el
profesor.

_ ¡Once hijos tuvo Grau! Pa su madre éste
ha sido como los cuyes, ja ja ja

_Oye deja escuchar pe…….._intervino el
más serio de todo el alumnado, y a la vez el más
respetado.

_ ¿Toda esa sangre de los marinos del
Huáscar es la que manchó la cara de Santa Rosa en
el Combate de Angamos? Quiero irme a Chile para conocer esa
imagen. Deseo ver la sangre auténtica.

_Por qué no te vas ahorita mismo_ se burló
uno de sus compañeros de clase. Las risotadas vulgares no
cesaban.

_ El que debe irse eres tú, porque esta no es tu
patria_ le contestó instantáneamente el colegial
ridiculizado.

_ ¡Jóvenes, por favor! ¡No se pasen!
¡Respeten la memoria de Grau!_ llamó la
atención el guía marino. El profesor se
disculpó avergonzadamente.

_¡Dejen eso ahí!_ dictaminó el
profesor al ver que los muchachos intentaban ponerse la visera
militar y la chístera del Caballero de los Mares. Mientras
otro tomaba atención cuando se hablaba sobre las
confesiones religiosas de Grau.

_¿Qué? ¿Miguel Grau se confesaba?
¿Tenía pecados?_ se sorprendió el estudiante
ante la explicación del militar.

_ Claro. Como cualquier persona.No se acuerdan que su
profesora de Religión les enseñó que hasta
los santos han pecado_ les hizo recordar el profesor.

_No creo que sea pecado matar Rotos_volvió a
intervenir el alumno sorprendido.

_ Oye, inteligente. Se confesó antes del Combate
de Angamos_ aclaró un chilenillo.

_Oye, inteligente,ya había matado a tus patas en
Iquique_le devolvió la aclaración el alumno,
supuestamente corregido.

_ Bacán, ah. Grau tenía su casa de playa
en Piura. Seguramente acampó en Máncora,_ Ja ja ja
ja_ los colegiales carcajearon por la chistosada de su
compañero.

_ Pucha, ese Grau ha sido bien pituko. Ha sido bien
charly. Bien pitukito.Ha viajado por todo el mundo….ja ja
ja_calificó otro alumno al ver el planisferio que
señalaba los viajes marinos de Grau.

_¿Y la bota, profesor? ¿Dónde
está la bota de Grau?

_Se encuentra en el Museo Naval del Callao.

_¿Por qué no vamos ahí?

_ Por estos días no hay visitas por la
reparación del lugar.

_ Ah ah ah ah_ pavullaron los alumnos.

La visita a la Casa Museo de Miguel Grau concluyó
con la proyección de una película documental, sobre
el Monitor Huáscar, en una pequeña sala de cine.Los
alumnos dejaron de reir. Los muchachos se admiraron del lujo y el
brillo del barnizado de la cubierta, de las habitaciones y de los
dormitorios de la embarcación.

Cuando vieron que la bandera chilena flameaba en el
Monitor, un alumno gritó:

_¡Ahí debe estar la bandera peruana!_otro
exclamó:_¡Viva el Perú!

Todos respondieron_ ¡Viva! ¡Viva el
Perú!_ aplaudiendo prolongadamente.

Una gigantesca embarcación de madera de tres
metros de altura y unos cinco de eslora , pintada de un cromado
metálico, representaba al "Monitor Huáscar" en el
ensayo teatral de una sala de Lima. Sobre el tabladillo se
habían puesto unos plásticos celestes, separados
por unos espacios,donde simulaban nadar los náufragos del
buque chileno "La Esmeralda". Plasmada artísticamente por
un cuadro que estaba colgado en la pared , del lado izquierdo, de
la cavidad teatral.

Grabaciones sonoras, en CD, de movimientos,
húmedos y estrepitosos, de aguas y olas, vivificaban la
escena marina. Al mismo tiempo los náufragos pedían
¡Auxilio! ¡Auxilio! ¡Auxilio!
¡Sálvennos por piedad de Dios!.

Un rotor motorizado, que hacía temblar el
proscenio, se encontraba debajo del Monitor, movía de un
lado a otro al Huáscar, dando la sensación de que
estaba navegando. Uno de los capitanes, desde la proa,
ordenó con el índice derecho:

_¡Acribillen a esos enemigos!_
instantáneamente sobresalió Miguel Grau, con sus
pintorescas barbas repartidas, "¡Alto! ¡ No!
¡No lo hagan! ¡ Sálven a esos náufragos
de La Esmeralda!", pero mientras mandaba el Caballero de los
Mares, el comandante chileno Arturo Prat se subió al
monitor, por la popa, y al intentar matar a un marinero, fue
muerto por el disparo de un oficial. El actor descolgó la
mitad de su cuerpo por el costado de la proa. Grau entristecido
movió la cabeza,"Comandante Prat, valoro su
heroísmo, pero deploro la muerte que le quitó la
vida".

Luego bajó el rostro hacia el mar, retomando su
carácter de Lobo Marino,"¡He dicho que sálven
a esos náufragos! ¡ No quiero más
muertes!".

Se soltaron unas escaleras colgantes, por donde subieron
los marineros chilenos. Cada uno, conforme iban llegando a la
cubierta, agradecían bajando el rostro y saludando
militarmente. Grau, después de ponerse los dedos en la
frente, les extendía la mano. Los marineros auxiliados
gritaron: "¡Viva el Perú!". Al retirarse los
náufragos, se le acercó al Almirante el
capitán que había ordenado la ejecución de
los navegantes socorridos.

_Mi Almirante, nos ha comunicado un marinero
sobreviviente que nuestro Capitán Juan Guillermo Moore ha
perdido la fragata Independencia, al encallar en una roca que no
estaba señalada en las cartas geográficas. Dicen
que el comandante de la Covadonga, al ver el accidente,
regresó y ametralló a los náufragos
compatriotas_ mientras el capitán relataba los hechos a
Grau, una filmación del episodio se proyectó en el
ecrán, que transfondaba al Monitor, resaltando las
imágenes y los quejidos de muerte, en alto volumen, de los
ametrallados_. ¡ Hagamos lo mismo Almirante con estos
malditos enemigos!_ sentenció el capitán,
señalando a los náufragos que se encontraban
formados en fila.

_¡No! ¡Los peruanos no tenemos porque ser
vengativos! Ellos no tienen la culpa de la cobardía de su
comandante. Lo que debemos hacer en este momento es ir en busca
de la Independencia. No podemos perderla. Pueden quedar algunos
sobrevivientes_ se volvió a proyectar la
película.

La Independencia terminaba de hundirse. El ensayo de la
obra llegó a su fin con las frases de Grau: "El Combate de
Iquique lo hemos ganado, pero perdimos la
Independencia".

Cayó el telón y los cuatro
acompañantes del director aplaudieron incesantemente.
Estaban muy entusiasmados. Sin embargo, el director no estaba muy
satisfecho." No se entusiasmen colegas, todavía hay
algunos detalles por corregir". El telón se
levantó. Todos los protagonistas se encontraban en el
proscenio. "Ahora vamos a pasar a las observaciones. Miguel Grau
en el momento que sales y dices ¡Alto!, saca más la
barriga. No solamente porque Grau era algo panzón, sino
también en signo de autoridad. El pecho debe de salir en
sincronía con el vientre. De esa manera el cuerpo,
homogéneamente, trasmite el lenguaje del poder. Para eso
se le ha rellenado con algodón la panza." Risas de Grau y
de los cuatro espectadores.

_ Comandante Prat usted abra más los ojos y saque
más la lengua cuando esté muerto. Esto debe de
salir en forma más real. A ver hágalo_ el actor
procedió a la exageración. Realmente parecía
un cadáver acribillado_. ¡Buena!. Así no ves.
No se olvide que esta es una obra con algo de tragicomedia.
Dirigida a esa juventud de-

senfrenada y sicodélica. Y hablando de
ojos……por favor……… atención.
Tienen que mirar. Una cosa son ojos de cadáver como el de
Prat y otros son ojos de malvados, como el del capitán que
ordenó matar a los náufragos. Ahí
también va para los náufragos. A ustedes les ha
faltado poner ojos de miedo. Ojos de terror a la muerte. O de
cara de pena, de piedad o de mendigo de vida .Capitán:
Ojo, pestaña y ceja. Mire, observe e imite los ojos
perversos de los marinos del monitor que iban a acribillar a los
náufragos. Y ustedes náufragos háganse la
idea de que se están asustando por esos ojos.

El ensayo de los ojos fue divertidísimo, pero
entre risas y burlas, los personajes aprendían a
representar sus papeles correspondientes.

El telón volvió a caerse suave y
laxamente. Después de una media hora se levantó
para ensayar la escena del Combate de Angamos. Se inicia con los
diálogos y las órdenes de Grau a sus oficiales para
defenderse del ataque enemigo.

Luego de la proyección de un video de los
bombardeos marinos del combate, donde se visualiza
espectacularmente el estallido de una bomba en la torre de mando
que se encontraba Grau, apareció, otra vez en el
tabladillo, el maderamen del Monitor con la torrificación
en llamas. Unos marineros peruanos nadaban buscando el cuerpo del
Almirante." ¡Hemos encontrado su bota!"

"¡La Bota del Caballero de los Mares!"

Diego Rodriguez vivía a lo dandy en
su casa de playa de Santa María. Era socio del Club
Aéreo de Collique , volaba en helicóptero y
practicaba Ala Delta y Parapente en el malecón de
Miraflores. Continuaba con el bicicrós y el
motocrós. Seguía siendo un audaz tablista y
velerista. En el invierno viajaba a Huaraz por el Andinismo y el
Esquí en hielo. Es decir había controlado todas las
geografías de su medioambiente."El cielo, el mar y la
tierra están bajo mis pies", solía decirlo cuando
bailaba embriagado con el pisco sour.

En la base aérea de Ancón un avionero le
hizo una señal, desde la torre de vigilancia, para que se
aproximara al lugar, ya que él se encontraba en el mar
equilibrándose en un velero.

En la arena lo esperaban tres oficiales de la fuerza
aérea. Estaban armados. Su wesing amarillo contrastaba con
el azulino de los militares. Como el velero tardaba en llegar a
la orilla, lo regresaron en un bote de goma. Saludó a los
aviadores y se disculpó por la demora. Presintió
algo. Sintió temor ante la mirada

de los superiores. Ellos no le dijeron nada. Solamente
le hicieron un gesto para que los acompañara al interior
de la base. En el camino arenoso se imaginaba con el
pasamontaña en la cara, en aquella mañana que
amenazó con un fusil a sus compatriotas rebeldes del
O´Higgins. Pasó por su mente también el
castigo que le aplicó el oficial chileno cuando
gritó:"Viva el Perú" y aquellas palabras
burlescas:"Yo ni de vainas muero por mi patria, profe", "Yo, si
me pagan y si es que voy a resucitar".

Fue conducido a la oficina del General FAP, jefe de la
base aérea de esa zona militar." Lea usted esto", le
indicó la autoridad, extendiéndole un comunicado
escrito. Era una mención honrosa, con su respectiva
medalla de honor, en reconocimiento por no haber traicionado al
Perú cuando fue torturado por los chilenos.

Al terminar de leer el escrito, el general
preguntó:"¿Tiene usted algo que decir al
respecto?"

_ Sí. Muchas gracias, mi general.

_Entonces continúe usted disfrutando del dinero
de su lotería.

Diego Rodriguez secretamente fue secuestrado por unos
agentes chilenos para que les informara sobre el número de
unidades, modelo y codificación de los aviones FAP, cuando
él se negó a recibir el millonario soborno por
aceptar la traición. Fue así que tuvo que soportar
una de las peores torturas del espionaje foráneo.
Finalmente fue liberado, bajo la amenaza de matarlo en el caso
que revelara el rapto político.

Una semana después la vida lo premió con
una millonaria lotería. Y en menos de un mes la
policía capturaba a los viles secuestradores. Él no
los había delatado. La patria lo había condecorado
por que casi entregó su vida por ella sin dinero a
cambio.

Los espías extranjeros que raptaron a Diego
Rodriguez fueron repatriados a su país. Ellos fueron como
las uvas chilenas podridas que llegaron al Perú . Esas
uvas quisieron contaminar al Pisco Sour.

La periodista Ángela Patricia Tivelli Valencia
desplegó una intensa campaña "Pro libro"para
reimplementar la Biblioteca Nacional.

Ángela Patricia resaltó
públicamente, a través de sus declaraciones
periodísticas y de las columnas en las que
escribía, la importancia histórica de la
fundación de la Biblioteca Nacional en el desarrollo
cultural del Perú. Recibió donaciones de familias
peruanas y extranjeras. Envió cartas a la UNESCO y a
diversos organismos internacionales.

La bibliografía que recabó, con gran
esfuerzo, Ángela Patricia, fue canalizada hacia otros
medios de comunicación cultural como
CD,conferencias,teatro, historietas, ballets y danzas. La
biblioteca empezó a renovarse cada vez mejor. Pero esa
renovación conflictuó con la visión
anticuaria y poética de Ángela Patricia. La
dirección decidió eliminar los libros, que los
consideraba obsoletos o deteriorados, porque no iban de acuerdo
con la realidad del país. La periodista se opuso
tenazmente:"Todo Libro es un valor, más aún los
más antiguos". Ese fue su lema de defensa. También
comparó el hecho con la idea de la Beneficencia
Pública de desaparecer a los Muertos del siglo XIX, que no
eran visitados por ningún deudo. "Entre esos desconocidos
pueden estar muchos Héroes de la Guerra con Chile". Fue
una de sus célebres palabras. Aprovechó de esta
situación para iniciar una nueva campaña: "Chile
devuélvele los Libros a mi Perú". Reclamaba al
país del sur los libros que nos robaron de la Biblioteca
Nacional, durante la Invasión a Lima, en el periodo de la
guerra.

Para reforzar más su posición, citó
el robo y la quema de los libros de la biblioteca del
O´Higgins, por parte de los Soldados del Sur, a pocos
días de la incorporación temporal de
Tacna.

"Tenemos que ir a Chile a reclamar los Libros que nos
han quitado y también revisar sus bibliografías o
textos escolares,para ver qué de verdad o de mentira nos
dicen sobre la Guerra del Pacífico"

El Ministerio de Educación, el Instituto Nacional
de Cultura y el Pueblo en general, apoyaron a Ángela
Patricia. Si bien no logró sus objetivos con respecto a la
recuperación de nuestros libros, pero al menos
evitó que se cremaran los cadáveres del siglo XIX y
que eliminaran los libros deteriorados y obsoletos. Nunca se
eclipsó su pasión bibliográfica.

Los pasquines limeños le pusieron el apelativo de
"La Bibliotecaria Mendiga".

_La señorita de la Casa Bolognesi está
más rica que la de Grau.

Observó un discípulo_No sé. Usted
lo verá así_respondió friamente el profesor
al adolescente.

_ Ya pé……..no se haga. Lo que pasa es
que usted se ha picado porque es marino. Hay que saber perder,
profe.

_ Todas estas casas antiguas tienen las escaleras bien
altas, ¿no?, profe. Igualita a la de Grau_ se admiraba un
alumno cuando subían al segundo piso. Otros se
deslumbraban con la estatua dorada

de Bolognesi que parecía de oro.

_Eso es algo tradicional en las antiguas casas
limeñas_ replicó el maestro.

_ Son tan altas como la Escalera del Sueño de
Jacob_ recordó las clases de Religión, otro alumno.
Instantáneamente sacó una biblia del bolsillo de su
saco y leyó todo el pasaje del sueño del
patriarca.

_ Esas escaleras no existieron. Fue una leyenda_
trató de ridiculizarlo su compañero de
clase.

_¿Quién ha dicho que existió? Si
todo sueño es como una leyenda.

Se defendió el alumno que hizo la cita
bíblica.

_¡ Ya, ya, ya, subiendo rápido, en fila de
dos y en orden!

_Profe, a mi no me gusta que una mujer me esté
mandando y menos……

Se quejó un estudiante ante las voces de mando de
la guía soldado que los orientaba en el museo.

_ Y menos que sea una peruana, ibas a decir_
intentó terminar la frase el profesor.

_ No, profe, no me refiero a eso. Era y menos que sea
una mujer o cachaquita como dicen ustedes. Mire, no he podido ni
siquiera ver bien los cañones y las bombas con las que
ustedes han matado a mis antepasados.

_ Arriba, vas a ver lo que tus antepasados han hecho con
nosotros_agregó el profesor.

Efectivamente la pintura de la Batalla de Arica lo
decía todo y mucho más. Los últimos peruanos
se defendían aguerridamente ante el ataque de los
invasores. Un culatazo va acabar con la vida del Coronel
Bolognesi, mientras Roque Saenz Peña, general argentino,
está a punto de caer prisionero.

_ Buena Che e e, Argentina siempre ha estado de parte de
nosotros, indudablemente. No ves como San Martín nos
independizó_ le decía un muchacho a otro."
También independizó Chile. O´Higgins
apoyó a San Martín con el ejército chileno.
Blanco Encalada era argentino y atacó el Perú, que
estaba aliado con Bolivia".

Quiso dar una demostración de cultura
histórica un educando mapocho.

_ Oye, cállate ya. Sino ahorita mismo te botamos
del Perú y con tu gente te regresas a tu país. A
este hay que ahorcarlo igual que la pintura. Además Chile,
hace años, casi tuvo una guerra con Argentina por el
problema del Beagle.

_ Otra vez…Ya, alumnos ¡ Silencio ¡
¡Cordura! No se le puede escuchar a la señorita.
¡Por favor!. Las diferencias políticas que se han
dado en el pasado no deben separarlos como amigos y
compañeros de clase que son. Los países tienen
virtudes y errores a lo igual que las personas. Han hablado del
Perú, de Chile, de Argentina, pero se han olvidado de
Bolivia que abandonó al Perú en plena guerra. Hay
que tener presente que Perú y Chile fueron aliados en la
Segunda Guerra con España_ los alumnos se quedaron en
silencio por varios minutos ante la puesta de orden y la
explicación del profesor. Un alumno para tranquilizar al
docente, que se le veía alterado, dio una sugerencia_
Maestro sugiero que se visite la Casa de O´Higgins que
está en el Jirón de la Unión.

_ Disculpe, pero no se puede. No está en nuestros
planes con respecto al tema que estamos investigando.

_Profe, deberíamos visitar también el
Museo de Armas de Monterrico. Ahí se exhibe un uniforme de
gala de mi presidente , y otras cosás más
referentes a la guerra de mi país con el suyo.

_Repito. No está incluído en la
programación de visitas. Tampoco el Museo de Leoncio
Prado. No creo que Leoncio Prado me vaya a matar por eso. Yo
viví en la calle Leoncio Prado.

_Ya pue, profe……..no se raye con ese
nombre.

La señorita guía continuó
explicando_ Esta es la fotografía auténtica donde
está el coronel Bolognesi, con su plana mayor, en la
Histórica Casa Militar de Arica. Aquí Bolognesi,
ante la propuesta de rendición de los chilenos,
respondió con su célebre frase heroica: "Decidle a
vuestro jefe que tengo deberes sagrados que cumplir y que
pelearemos hasta quemar el último cartucho".

_¡Buena viejito, así hablan los
hombres!_gritó un colegial y algunos de ellos lo
aplaudieron.

_¡Silencio, por favor!_ordenó el
profesor.

_Lo que pasa es que tu papanoel fue un figureti.
Sabía que le iban a pegar y se la quiso dar de
héroe_se burló de Bolognesi un discípulo
Roto.

_Profesor, mire lo que ha dicho. Péguele,
profesor, o sino le damos en mancha.

_Yo a ti no te tengo miedo, manchero.

_Tenga usted más respeto alumno por los
héroes de la patria. No quiero nada de apodos.

_Está bien, profesor. Disculpe usted. Retiro lo
de papanoel, pero no lo de figureti.

_Papanoel y figureti es tu presidente dictador que a
venido a fregar el colegio.

Le dijo un alumno al mordaz
condiscípulo.

_Figureti como el que se lanzó con la
bandera._murmuró el alumno que se había burlado de
Bolognesi, en el momento que la señorita guía
mostraba la Histórica Bandera de Alfonso Ugarte, que
estaba ensangrentada. El profesor escuchó y
corrigió al respecto, también en voz baja."Me
sorprende que usted diga eso, alumno. Yo

les he enseñado que ha sido imposible que Alfonso
Ugarte se tirara al mar con su caballo, envuelto en la bandera,
ya sea por la lejanía de la orilla del mar o por la fuerza
de las patas del caballo ante la aproximación del
vacío. La señorita ha dicho es posible, no ha dicho
sucedió. Usted ha escuchado que la bandera la
guardó una mujer, después de la
batalla".

Al ver los cubiertos, platos y demás vasijas, un
adolescente hilarizó, "Aquí, Bolognesi comía
su cebichito".

_El cebiche no existía en esa
época.

_¿Quién te ha dicho? El cebiche es
más antiguo que la Independencia,creo. Me parece que le
gustaba bien picante a Pizarro.

Se divertieron viendo las fotografías
auténticas de la gran Guerra del Pacífico y
constantemente preguntaban:"¿Son auténticas?,
¿Son auténticas?.Si, claro. Ya les he dicho que son
auténticas. La fotografía se inventó en
1833."Les sacaba de sus dudas el profesor_.En el Museo de
Miraflores van a ver más fotografías
auténticas.

_Y las armas que se parecen a la de los piratas,
¿dígame, también son auténticas,
profe?." Claro. Todo es auténtico: las armas, los
uniformes, los objetos de recuerdo. Todo". Uno de ellos al ver
una reconstrucción, en miniatura, de la Batalla de Arica,
hizo una broma.Estos soldaditos, ¿también son
auténticos, profe?

_Bolognesi, ¿jugaba a matar soldaditos con
bolitas?

En uno de los Sets del canal 7 de televisión, en
Lima, se estaba grabando una serie sobre la Vida del Coronel
Bolognesi, con motivo de la celebración del Día de
la Bandera. El evento se realizaba por un aniversario más
del fin de la guerra, logrado por el Tratado de
Ancón.

_A ver, asistentes. Levántenle un poco más
las puntas de los bigotes de Bolognesi y respingueen más
la punta de la barba. Deben de tener presente que Bolognesi tiene
que dar la impresión de profeta, de ser un pintoresco para
el público. Así los televidentes repararán
más en sus locuciones.

_Bolognesi, cuando tú digas:"Tengo deberes
sagrados que cumplir", tienes que mirar al cielo. Tu mirada tiene
que ser extasiada, como buscando la voluntad divina. Y cuando
menciones la frase del "Último Cartucho", saca una bala de
tu revólver y acércala al rostro del emisario. No
importa si así ha sucedido o no. Me lo preguntaron ayer,
así. Lo que importa es que se despierte la
motivación del televidente de una forma más
patética. Hay que ser más pedagógico y
telúrico con el público. Olvídense si
Bolognesi en ese momento estuvo sano o borracho.

Para que orográficamente fuera más real la
Historia de la Batalla de Arica y de Bolognesi , las
cámaras de televisión se instalaron en el Morro
Solar de Chorrillos.Todo el tiroteo de las armas de fogueo estaba
saliendo bien, pero el director miraba con in-

corfomidad a los tres personajes principales de la
telenovela.

_¡Corten! ¡Corten he dicho, carajoooo! _
todo se paralizó. Los soldados se quedaron cogiendo los
fusiles que botaban humo por los cañonsillos. Bolognesi,
tirado en el suelo y con la pistola en la mano, observaba
perplejamente al director.

_ Tu postura en el suelo está muy bien,
Bolognesi. Es casi igual a la de la pintura. Pero no pongas cara
de viejito triste o débil, cuando dispares con el
revólver. No quiero cara de hospicio, sino cara de viejo
verde. De guerrero. De furioso o rabioso ante la derrota. Que no
se da por vencido. Que aún mantiene su aliento de vida.
Quiero un rostro de viejo, similar al de los dioses griegos.
Quiero un viejo titán que lucha por vivir ante la muerte
que lo persigue_ levantándose del lado de Bolognesi se
dirigió hacia Roque Sáenz Peña.

_Roque, saca más el pecho. Párate bien.
Acuérdate que el General Sáenz Peña no
perdió en la batalla su prestancia de alto oficial. Mira
más altivo. Los argentinos siempre han sido más
sobrados que los chilenos. ¡Ah! y no se olviden asistentes,
el tango sobre la Batalla de Arica solamente debe de ponerse
cuando se en-

foque a Roque. Todo debe de salir como está en el
cuadro y como está en la historia.

Caminando muy cerca al límite del morro, el
director se aproximó a un jinete de caballo blanco
,"Alfonso Ugarte, no pongas cara de chiquillo asustadizo en el
momento que embrinques tu caballo. Los soldados se rieron."
¡Silencio, por favor! Alfonso Ugarte no te vas a caer al
abismo. No ves que acá está el ecrán de la
filmación de la playa y atrás la camioneta con el
equipo de emergencia. Mañana vamos a ensayar tu
caída en la piscina. Nunca te olvides de apegar a tu
corazón la bandera peruana. No importa si eso fue verdad o
mentira. Por ahí dicen que Alfonso Ugarte huyó de
la batalla y se quitó a Francia. Otros dicen que
en-tregó la bandera al enemigo para que no lo
mataran".

La balada que cantaba Franco Bardales, en una discoteca
de Santiago de Chile, perfumaba de amor a cualquier joven
romántico que la bailara. Las parejas unían
más sus rostros y sus cuerpos, cuando Franco emitía
quejidos de apasionado cantante.

Jovensitas y enamorados se sensualizaban con el
vaivén de sus largos cabellos, que entregaban y
recogían los sentimientos de los presentes. Su
mímica felina desgarraba los corazones de los mancebos,
haciéndoles brotar el néctar afrodisiaco del
embrujo del amor.

El pequeño triunfador de Trampolín a la
Fama era ahora el Gigante Cupido que aflechaba a los
discotequeros santiaguinos.

La Virgensita del Carmen, Patrona de los Difuntos, lo
había ayudado a surgir, según sus creencias,
después de tantas novenas y oraciones. Pese a que Santa
Cecilia es la Patrona de los Músicos, nunca le tuvo
devoción religiosa.

De todas las luces de la discoteca, la de color lila
espiritualizaba más los romances de esa noche de fin de
semana. La faz lilácea de Franco era percibida con un tono
más de fantasía por las embriagadas parejas que
brindaban al estilo romano.

La obscuridad encantadora de la discoteca se vio
eclipsada en el instante que se prendieron las luces. Franco
dejó de cantar. Un grupo de soldados ingresaron al antro
musical . Algunas mujeres gritaron.

_¡Cállense la boca todo el mundo , carajo!
¡Nadie se mueva¡_ impuso su carácter castrense
el militar.

_¡Esta es una pesquisa! ¡Nos hemos enterado
que aquí hay jóvenes comunistas conspirando
secretamente contra el gobierno!_ una pareja trató de
irse. El oficial disparó al techo. Cayó destrozada
la bola de vidrio de mosaico. Se escuchó un "Ay"
femenino.

Todo se volvió siniestro. Los soldados miraban
con desafío a los asustados discotequeros. El jefe militar
profería lisuras amenazantes. Luego gritó
animalejamente:

_¡Aquí nadie se va a la calle!
¡Pongan todos sus documentos sobre la mesa! ¡Usted,
cantante peruano. Deme sus documentos!_ al acercársele el
oficial, Franco se puso muy nervioso. Se tocó los
bolsillos del pantalón.

_No los tengo a la mano. Voy al camerino a traerlos_
hizo el intento de voltearse.

_¡Puta madre, he dicho que aquí nadie se
mueve!_ el militar lo amenazó con su pistola.

_¡Cuando yo lo indique va ir un soldado al
camerino para traerle su pasaporte. Mientras tanto no se mueva!_
No había terminado casi de hablar el oficial y se apagaron
todas las luces."Mierda",gritó el militar. Se oyeron
algunos disparos. El griterío femenino volvió
hacerse presente. Solamente se prendió la luz lila del
proscenio. Franco Bardales yacía tendido en la superficie,
ensangrentado y agarrándose su corazón enamorado.
Estaba muerto.

_Dicen que cuando un peruano va a "La Plaza de los
Leones" en Santiago de Chile, todas ellos mueven la cola porque
reconocen a su compatriota_afirmaba el animador de un programa
cómico de la televisión peruana, haciendo una
parodia a la protesta de la periodista Ángela Patricia
Tivelli Valencia.

Al lado de uno de los leones de mármol, que
están al inicio de las escaleras del Palacio de Justicia
de Lima, era entrevistada televisivamente la reportera
Ángela Patricia, quien reclamaba para el Perú los
otros leones que se encuentran en la Plaza de Santiago."Es un
derecho histórico el que nos asigna".Sostuvo la
corresponsal.

La señorita Ángela Patricia había
investigado sobre la Historia de los Dos leones del Palacio de
Justicia. Según las agudas crónicas, un alto
oficial chileno que acompañó a Baquedano y a Lynch
en la ocupación de Lima,tuvo un romance con una dama,
casada, de la aristocracia limeña. Entre los trofeos de
guerra que los invasores se llevaron a su país, estaban
las esculturas de los Leones de Mármol que adornaban el
Paseo Colón, desde el Museo de Arte de Lima hasta la Plaza
Bolognesi, que aún no estaba construída. Una leona
o un león de mármol en la portada de un palacio
gubernamental, tenía el significado de poder, nobleza o
autoridad. La amante le pidió al oficial que le dejara dos
leones, creyendo ella que eran leonas, que son las que se
encuentran actualmente a la entrada del Palacio de
Justicia.

Ángela Patricia, igual que siempre, buscó
el apoyo de los organismos internacionales, y envió cartas
reclamatorias al Ministerio de Educación de Chile. No pudo
recobrar los leones que en otra época fueron
nuestros.

Después de tomarse fotografías en la
glorieta, réplica de la época, un alumno
exclamó:_¡Miren, un Zamurai!

_Los Zamurai son chinos y no tienen gorra y botas,
idiota, o tú crees que solamente ellos tienen
sable.

_Ni con estos cañones hemos podido evitar que los
Rotos invadan Lima.

Señaló un alumno los Cañones del
Parque Reducto de Miraflores.

_A lo mejor eran de fogueo_ nadie pudo contener la risa
ante la broma de uno de los chilenillos, que hace poco
había sido insultado al tratar de burlarse de la estatua
de un soldado héroe.

_Y ese tren, profe, ¿ de quién
era?

_Es una réplica de una locomotora que los
chilenos tomaron cuando invadieron Lima. La estación
también es una reproducción
arquitectónica.

_Tan grandazos y jugando al trensito, ja ja ja ja_ se
reanudaron las risas .

Arriba, en el segundo piso, el testimonio
histórico de la Invasión a Lima y a Miraflores era
más patético. Las pinturas expresaban con
más realismo la masacre mapocha en la capital.

_Pucha, que morbo han sido estos chilenos_se
admiró un estudiante al ver una pintura, donde un soldado
invasor le agarraba los senos a una mujer que intentaba violarla.
Un anciano era agredido al tratar de evitar el
vejámen.

_Es que eran hombres, no maricones_ afirmó un
alumno coterráneo del violador.

_Ser hombre no significa violar a una mujer y menos
golpear a un anciano.

Corrigió el profesor con fiereza.

_Al menos no hemos sido cobardes como los bolivianos que
nos dejaron solos en la guerra_ defendió un educando al
Perú.

_Han sido ladrones y pirómanos como Nerón_
adjetivizó, otro alumno, al observar un cuadro donde los
chilenos robaban joyas de una residencia y con una antorcha iban
a quemar las cortinas.

_ Eran así como tú, que un día me
robaste plata de mi mochila. Yo tendré rota la rodilla de
mi patalón, pero no el bolsillo.

Defendió a sus compatriotas uno de los
discípulos. El profesor equilibró la
situación:_ Tal vez nosotros hubiéramos hecho lo
mismo al invadir Santiago. Tal vez, quien sabe.

_Tal vez………usted lo ha dicho,
profe………tal vez.

La antología fotográfica resultó
muy interesante para el bipartito alumnado. Les parecía
imposible observar en escombros a Barranco y Chorrillos, cuando
minutos antes lo habían visto turístico,
tradicional y playero. Igualmente se sorprendieron de la escena
de los soldados que defendían Miraflores en la Avenida
Larco.

_Ah su………hasta en esa avenida pituka
han peleado.

Estuperfactos también quedaron al ver el
óleo de Cáceres, con su ejército, cruzando
un camino al pie del abismo andino.

Los uniformes azules de charreteras y botones dorados,
con pantalones rojos, que habían visto en las pinturas, se
volvían a repetir en las vitrinas de exposición.
Las armas y los típicos retratos de los héroes
bigotudos les llamaba la atención, a pesar que se burlaban
de los mostachos.

Sin embargo, lo que más cautivó los
sentidos del alumnado, fue el gigantesco mural de la Batalla de
San Juan y Miraflores, acompañado, en el centro de la
sala, por una representación en miniatura del mismo hecho
histórico.

Los alumnos se olvidaron por un momento de sus asperezas
y regresaron a los años dorados de la infancia:"Mira ese
caballito", "Que payaso ese soldadito", "Pum….lo mataron a
ese pata", "Que valiente eres", "Te ganaron""Dale, dale, no te
dejes", "Arre, arre".

En el jardín de afuera, posiblemente sus jocosas
expresiones eran escuchadas por los espíritus de los
héroes de guerra, recordados con esculturas de bustos.
Burlados por los alumnos con apelativos de "Mediopechugas"
o"Decapitados". Similarmente, cuando visitaron el Museo del Real
Felipe del Callao, se

mofaron de las estatuas de cera de Bolognesi y su plana
mayor, que se encuentran en la réplica del
histórico Cuartel del Último Cartucho. Tampoco se
libraron los mediopechugas del Paseo de los Héroes y la
imagen de Cáceres.

El sarcasmo pasó de los bustos a las
estatuas.

_Que buena la de este chibolo con su fusil.

_Él es el Niño Héroe Manuel Bonilla
, del que les hablé.

_Nosotros también disparamos, pero con el fusil
de abajo.

El Cine Norteamericano produjo una película sobre
la Invasión Chilena a Lima, en enero de 1881, denotando
las escenas históricas que encontró más
apropiadas para despertar el interés del espectador. El
clásico film estadounidense resaltó las secuencias
de acción, violencia y sexo,no siempre fidedignas a la
crónica de una realidad del pasado.Veamos algunas de
ellas:

"Se incendia Lima", "Se incendia Lima",gritan
despavoridas las familias limeñas, corriendo en medio de
los jinetes invasores que le cierran el paso. Los bomberos
aparecen no sólo para apagar el fuego, sino para
enfrentarse a balazos con la caballería. La soldadesca
toma violentamente los locales de la Universidad Mayor de San
Marcos, de la Escuela de Ingenieros, del Colegio Guadalupe, del
Palacio de la Exposición y de la Biblioteca Nacional. La
Reserva nacional espera la orden de ataque desde un parque
limeño. Minutos después, la música
estruendosa de Bethoven es reemplazada por la música
fúnebre de Bach. Se recogen a los muertos caídos en
la invasión. Ricardo Palma, con sus lentes
melancólicos, recolecta libros en una carretilla para la
Biblioteca Nacional que ha sido incendiada. Ante tanta derrota,
un intelectual llamado Manuel González Prada protesta y
encierra en su casa durante toda la ocupación
forastera.

Los soldados chilenos se suben a una torre y ametrallan
las agujas de un reloj. Vuelan la chapa de la portozuela y
malogran también, con su baleo, las ruedas dentadas del
medidor del tiempo. De pronto suena la melodía del Himno
Nacional. Un soldado se burla, iba a volver a disparar, pero el
otro soldado lo atascó: "Espera. Mejor lo reparamos en
Santiago. Yo creo que Don Pedro lo ha inventado para
nosotros…ja ja ja ja".

Bombas malignas destrozan los balnearios de Barranco y
Chorrillos. Los fragmentos de carnes humanas vuelan
acompañados por los escombros arquitectónicos. La
Ciudad de Lima es amenazada de volver a ser incendiada. Se ve una
monja, con la sotana flotando por los aires, cabalgando por las
playas de la ciudad. Una melodía francesa vivifica la
hazaña que se va a realizar. La reliogiosa llega al Callao
para comunicarse con su compatriota, el Almirante Petit Thouars,
e informarle sobre el daño que va a suceder. En otra
escena de la película está Baquedano leyendo el
comunicado del almirante francés. El General chileno
impide que Lima sea incendiada. Se había asustado con la
presión de la escuadra extranjera. Entre la
variación de las secuencias, percibimos que los ojos
azules del franco judío también asustaron al
araucano. Otro segmento asustadizo del film,

presenta a unos frayles pintando,de plomo, las columnas
de oro de su templo para que no se las lleve el
incursor.

Las familias aristocráticas del Viejo Distrito de
Miraflores, defienden el Perú con revólveres y
armas blancas. Un niño uniformado de militar cruza la
vía pública y se tira sobre un grupo de municiones.
La explosión le saca las visceras. Se acerca una de las
damas combatientes. Le mira sus ojos petrificados. Espantada lo
reconoce: "Es Manuelito", "Es Manuel Bonilla", "Es un Niño
Héroe de la Patria".

A pocos kilómetros, otro Niño Héroe
es muerto por el enemigo, después de subirse en un pino
para anunciar la llegada de los invasores.

En los desiertos de San Juan la arena se humedece con la
sangre de los muertos y de los heridos. Unos por las balas, otros
por las puntas de las bayonetas. Segundos después la
guerra se fue de ese lugar y dejó sus cadáveres
abandonados.Cánticos angelicales y mortecinos se escuchan
lejanamente.

"Pum, pum, pum".Suena el redoble de los tambores
napoleónicos. Los chilenos entran victoriosos por el
Jirón de la Unión. El Presidente Piérola y
el Alcalde Rufino Torrico los esperan en la puerta del Palacio de
Gobierno. El Comandante Lynch los saluda friamente. Una
canción en inglés transfonda el cambio de poder.
Patricio Lynch ingresa a la Casa de Pizarro como si fuera suya.
Piérola se sube a una caleza y abandona la
ciudad.

Francisco García Calderón, Presidente del
Perú en Lima, es apresado por los soldados chilenos en su
Casa de Gobierno en Magdalena Vieja (Pueblo Libre). Los invasores
le estrujan su saco y le quitan la banda presidencial. Luego se
ve que es embarcado rumbo a Chile. No regresará al
Perú hasta después de la guerra. El

Presidente García Calderón quiso llegar a
un acuerdo de paz, pero sin ceder un milímetro del
territorio peruano.

Los soldados chilenos ingresan a las suntuosas
residencias de la capital. La música es de suspenso. Unas
mujeres elegantes corren asustadas a sus dormitorios .Las botas
retumban al subir las escaleras barnizadas. Se escuchan llantos
femeninos y de niños. Hombres jóvenes, adultos y
ancianos intentan defender su patrimonio humano con pistolas y
cuchillos de cocina. Se les mata y a otros se les golpea a
culatazos. Las puertas de las alcobas son
ametralladas.

"No" "No",enloquesidamente declaran resistencia las
mujeres. Son abofeteadas. A una de ellas se le tira brutalmente
sobre la cama. Por el escote se le despedaza el lujoso vestido de
raso aterciopelado.El soldado comienza a mamarle los senos como
un niño hambriento de leche materna. Dos de ellas
están echadas en

las alfombras, con las sienes apuntadas por los fusiles
y las piernas abiertas, mientras se les abre sus calzones con las
bayonetas.

Al ritmo de una música romántica, el
Comandante Lynch acariciaba el cuello impecable y blanco de su
amante limeña, en sincronía con su mano que se
deslizaba por sus entrepiernas. Ella comunicaba su
excitación abriéndole su chaqueta militar. Buscaba
ese pelaje pectoral para sentir las palpitaciones del deseo
masculino. Con la otra mano tocaba el glúteo y el rabo de
una leona de mármol.

_Pídeme cualquier cosa bella de este mundo y te
la concederé.

Ofreció el comandante enamorado.

_Déjame dos leonas para mi Ciudad de los
Reyes.

En un teatrín clandestino de Santiago de Chile
actuaba Alfonso López, haciendo el papel de soldado
prisionero, víctima de la Invasión a Lima.
Él también era el libretista dramaturgo de la obra
que se estaba presentando."Habla", "Habla te he dicho".
Presionaba el oficial la planta de su bota sobre la cara de un
soldado prisionero, que estaba tendido en el suelo con las manos
amarradas hacia atrás."Le he dicho que no sé nada".
"Ya le he dicho que yo solamente seguí al
pelotón"."Seguiste", " ¿no?"."Tú sabes",
"¿Iban a atacar por el sureste o por el suroeste de
Lima?""No lo sé"."Ah, no lo sabes" "¿ no?"," y con
la culata del arma el oficial simulaba golpearle los
pulmones"."Maldito, chileno", "Maldito como Lynch, Baquedano y el
presidente que los manda".

Se sintió que bajaban rapidamente por la
escalera. Un comandante entró con seis soldados.
Tenía un casco brillante y unos lentes negros."Qué
pasa aquí carajo".El público se
aterrorizó."Presentando obras comunistas contra el
gobierno", "¿no?", "Y todavía tú eres
peruano".Alfonso se paró. Su compañero de escena lo
desataba, mientras él abogaba."Creo que usted se ha
confundido. Esta es una obra de la Guerra con Chile".

"Usted, cállese la boca Alfonso López",
"Que mierda tiene que meterse usted en casa ajena", "Qué
puede decir un subversivo escolar", "Ya no se acuerda cuando
tomó el O´Higgins". "Todavía no ha
escarmentado con la golpiza que le metimos a usted y a su grupo
en el calabozo del cuartel", "Qué cosa….parece que
quiere otra"."La única falta que estoy cometiendo es que
este teatrín es clandestino. Puedo pagarle los impuestos
que debo". Honestamente, Alfonso reconoció lo que
él consideraba una falta. Al público le faltaba
nada más que llorar."No me haga reír, usted. Cree
que soy cojudo. Lo hizo clandestinamente porque sabía que
legalmente no le íbamos a permitir que se meta con el
gobierno"."Pero………". No pudo reclamar otra vez,
Alfonso. El militar tiró un balazo al techo. Cayó
polilla del viejo local. El público no dijo ni
"ay"."Silencio", "Ahora todo el mundo vaya afuera", "A este
politiquero me lo subes esposado, sargento". Ordenó el
oficial a un subordinado.

Alfonso López fue masacrado en los calabozos del
cuartel del ejército, por su presunta vinculación
con los comunistas. Luego fue trasladado, en condición de
reo político, junto a muchos más, al Estadio
Nacional de Chile. Finalmente se le expulsó del
país. Fue repatriado al Perú.

El lírico reclamo del "Huáscar para el
Perú", se encarnó dentro de las peticiones
idealistas de la periodista Ángela Patricia Tivelli
Valencia.

Desde que era una hermosa adolescente, escuchaba a sus
profesoras de historia, decir:"El Huáscar debe estar en el
Perú, porque es peruano". Y ese fue el lema con el cual
abanderó su protesta.

La pródiga y simpática oratoria que
poseía, perfiló más su imagen de luchadora.
Es por eso que las fuerzas policiales no le mostraron resistencia
cuando organizó una marcha "Pro Huáscar", con un
grupo de jovensitas marineras que habían obtenido el
permiso de sus superiores.

Ángela Patricia decía que Grau y toda su
heroica tripulación no podían estar separados de su
Monitor, que le dio la oportunidad de magnificar su historicidad
y glorificar su sacrificio.

"Si somos países hermanos, debemos respetar lo
que nos pertenece como hermanos que somos". Fue una de las
célebres expresiones de la joven reportera, adalid de una
épica histórica.

Sus cartas, a lo igual que siempre, se movieron en todos
los niveles. Llegaron al despacho del Presidente Extranjero, pero
el nunca las leyó.

Una vez, Angela Patricia encontró un sobre
cerrado debajo de la puerta de su casa. Lo abrió.
Sacó un papelito que decía:"No te metas con
nosotros".

_¡Papa, Camote, Papa, Camote!_marcaba el paso de
los indígenas campesinos, el Mariscal Andrés
Avelino Cáceres, en lugar de decir :"Uno, dos, uno,
dos".

_¡Atención!_detuvo el Mariscal a los ocho
cholitos que estaban formados en fila en el paredón. Un
huayno es el fondo musical.

_¡Antes de que se les fusile, quiero que me digan
en pocas palabras!

_¿Por qué traicionaron a su
patria?

_Entonces empezamos contigo.

_Yo, mariscalito, no sé si soy peruano o chileno.
Nací aquí entre las montañas y nadie me dijo
que país era este.

_No sabías que Sangrar es Canta y que Canta es el
Perú_lo reprendió el Mariscal.

_No, mariscalito, en verdad no lo sabía. Yo
creía que Sangrar era todo el mundo.

_¿Tú tampoco lo sabías?_se
dirigió el Mariscal a otro indígena
canteño.

_No, mi mariscal. Tampoco lo sabía. Yo
creí que cuando mi Chaperito espantó a los
gringachos era por……….

_Espera un rato_lo cortó el Mariscal.

_¿Quién es el Chaperito y quiénes
los gringachos?

_El Chaperito es el Niño Dios, mi mariscal.
Él se apareció con ropa de militar y asustó
a los gringachos. Los gringachos son ésos que usted llama
chilenos.

_Ya basta , ya. No quiero saber de más
mentiras.

_¿Tú también no sabías que
Pucará es del Perú?_se dirigió
Cáceres a otro campesino.

_Yo si sabía, mariscal, pero lo hice por
dinero.

_¿Por dinero traicionaste a tu patria a lo igual
que Judas a Cristo?

_No fue igual, mi mariscal. Lo hice porque aquí
en la hacienda el amo no nos paga de hace dos años y yo
tengo que agachar la cabeza por el techo y la comida. Él
dice que esa plata la necesitan para la guerra contra los
chilenos.

_¿Y no te parece que es una causa
justa?

_No sé si será una causa justa o no, pero
lo que yo quiero es mi plata que me deben. Yo no sé ni
porqué se pelea en esta guerra.

_Bueno, ya se lo explicarás a San Pedro en el
cielo.Se supone que si tú eres su paisano, también
te reconoces como traidor_el Mariscal le habló a otro de
los campesinos condenados.

_Tal vez sea traidor, mi mariscal, pero aquí en
la hacienda los blancos son muy malos con los indios. Nos tratan
como animales. Por eso maté a los amos y a los capataces
con el arma que los chilenos me dieron. En cada pedazo de sus
sesos reventados, sentía la venganza por el látigo
y los insultos_el Mariscal bajó la cabeza, algo
avergonzado, y se dirigió a otro campesino.

_¿Tú qué tienes que
decir?

_Yo soy de Marcavalle , mariscal Don Andresito. Cuando
estuve en Lima me trataron muy mal. Me decían:"Serrano,
porque no te vas a tu tierra. Qué haces acá.
Tú no eres peruano. Tú eres serrano".

_¿Y tú le creíste lo que ellos te
dijeron?

_No les creí. Sabía que era peruano. Pero
si les creí a los chilenos, cuando nos dijeron que
habían conquistado Lima para liberarnos de los
limeños que nos hacían daño en nuestras
tierras. Igualmente le dijeron a los Negros y a los
Chinos.

_Gran mentira les hicieron creer. Alemanes y Holandeses
defendieron Lima, y ustedes no. Que insulto para los
peruanos.

_¿Qué nos tiene que decir el otro amigo de
Marcavalle?

_Lo mismo Mariscal. Lo mismo de mi amigo.

_Ja ja ja ja_ rió Cáceres.

_Está bien. Así me ahorras tiempo y
palabras.

_¿Cuál es tu defensa, campesino de
Concepción?_interrogó el Mariscal al
penúltimo condenado.

_Yo le voy a ser sincero. Nací sin querer al
Perú. No sé porqué. Pero así soy
yo.

_¿Nunca te has preguntado preguntado por
qué?_enfatizó su pregunta el Mariscal.

_No, Mariscalito Andrés. Acá la vida es
dura. Es puro trabajo y no hay tiempo para pensar en
eso.

_Siempre debe haber tiempo para pensar en la patria_
Aconcejó el Mariscal.

_Llegamos al último de los candidatos a la
muerte. Me dicen que usted es un prófugo de San Pablo y lo
atraparon aquí en Jauja.¿No le da vergüenza
ser un desertor?

_No señor. No me da vergüenza.

_¿Y por qué?

_Porque yo estaría dispuesto a morir solamente
por mis hijos, por mi esposa y por mis padres y no por una patria
que nada ha hecho por mí. Perdamos o ganemos la guerra, yo
siempre voy a ser el cholo pobre de siempre. Acaso me van a dar
un pedazo de la tierra de Tarapacá, si es que ganamos la
guerra.

El Mariscal miró con pena al último de los
campésinos condenados. Luego, poniéndose al frente
de la fila de los ocho condenados, les emitió un
pequeño discurso:

_¡Compatriotas peruanos a la patria se le ama
porque es la tierra que nos da todo: Alimentos, vestido,
alegría, dinero. Todo. No confundan a la patria con
aquellos que nos tratan como si fuéramos invasores de
ella. Les voy a perdonar la vida con la condición de que
nunca más vuelvan a traicionar a su patria!

"Así terminamos por hoy día un
capítulo más de su radionovela: ¡El Mariscal
Patriota!. Mañana en esta misma emisora y a la misma hora,
no dejen de ver el siguiente capítulo".

Los alumnos se divertían con la melodía
que emanaba de la caja musical de la familia
Cáceres.

_Oye, profe, para esa época esto era como un
sofisticado minicomponente.

_Claro. Algo así. Pero no se burlen mucho.
Imagínense como verán nuestros minicomponentes de
aquí a cien años.

_Ja ja ja ja_se rieron los estudiantes.

_¡Que buena, profe……usted si se
pasa!

_¿Dígame, estos vestidos eran de la
hembrita de Cáceres?_ observó un alumno al
contemplar los vestidos de Antonia Moreno de Cáceres, en
una vitrina de exposición.

_No. Eran de la esposa de Cáceres_negó y
recalcó el profesor.

_Habla bien, oye. No seas vulgar. Habla como gente_
sarcásticamente un colegial corrigió a
otro.

_Esos papeles viejos se parecen a los cuadernos viejos y
sucios de Aguilar. Comparó, un alumno, los documentos
históricos de Cáceres con el portahojas de su
condiscípulo.

Tres esculturas de cera, mal hechas, representaban al
insigne Mariscal Cáceres en sus tres generaciones de vida
castrense que le tocó vivir. Un alumno mapuche vio con
desagrado las estatuas,"Tanto cuete le revientan a
Cáceres".

_Claro. Tiene que ser así, porque a
Cáceres los chilenos no lo derrotaron en ninguna
batalla_intervino un alumno peruano.

_Más bien él con sus cuetes los
reventó a todos los rotos. Los rompió a todos." Ja
ja ja ja". Festejaron los alumnos la humorada de su
compañero connacional.

_Ya, otra vez. Volvemos a lo mismo. Respeten a la
señorita que está presente_ llamó la
atención el profesor. Los alumnos no paraban de mirar a
esa señorita que era la soldado guía del Museo Casa
Militar Andrés Avelino Cáceres de la calle Portugal
del distrito de Breña. Era más bonita que la de la
Casa Bolognesi que estaba en Cailloma. Ni siquiera el video de la
Campaña de la Breña, ni los juegos de luces que
detectaba la batalla ganadora en la miniatura de un campo de
guerra, pudieron evitar que los alumnos dejaran de contemplar la
carita angelical de esa soldadito del museo.

_Profe, parece una recluta norteamericana. Es muy bonita
para que sea cachaquita peruana. Es coloradita como los
Rotos.

_Pero aquí en el Perú también
tenemos chicas bonitas que quieren servir a la
patria_nacionalísticamente manifestó el profesor
otra perspectiva.

_¿Quieren servir o las obligan?_inquirió
un alumno.

_Bueno les voy a explicar………_el
profesor no había empezado la explicación, cuando
un discípulo se le acercó al oído_profe su
alumno "El patriota", no está con el grupo de estudios.
Está leyendo una historieta porno en el hall del museo_el
profesor se disculpó ante los presentes, desocupando la
sala donde la soldadito guía estaba hablando.

Vio al alumno leyendo tal revista. Éste, como por
arte de magia, la cambió por otra.

_¿Por qué no está usted con el
grupo de nosotros?

_Profe, disculpe, es que en esta historieta los
dibujitos a colores me entretienen más sobre la vida de
Cáceres, que este museo aburrido.

_Ningún museo es aburrido.

_Ya pe, profe, no se ase_inteligentemente el alumno
quiso distraer al profesor enseñándole una
historieta de la Gran Guerra con Chile."Mire aquí, profe,
como los peruanos le sacamos el ancho a los Rotos en
Tarapacá. Entérese que en esta batalla
sobresalió un Héroe Tombo llamado Mariano Santos
Mateo. Además en esta historieta dice también que
hubieron huesos de cadáveres chilenos venerados por
patriotas peruanos, creyendo que eran restos de soldados peruanos
caídos en la batalla de Arica.Yo creo que Bolognesi por
dársela de mártir hizo morir a tanta gente
inocente.Y que nosotros llevábamos armas en
ataúdes. ¿Qué le parece, profe?".

Un elenco de estudiantes de Arte Dramático de la
Universidad Mayor de San Marcos presentaba , en el Teatro
Municipal de Lima, la zarzuela "El Brujo de los Andes" en
homenaje a la resistencia heroica del Mariscal Andrés
Avelino Cáceres. Aquél a quien los chilenos
decían "El Tuerto".

Se levanta el telón y aparece el Mariscal, parado
en un pedestal, cantándole a un grupo de diez soldados, y
de diez montoneros indígenas, su famosa proclama de
Ayacucho, que la pronunció después de las victorias
de Sangrar y Pucará.

Que tiene poco ejemplos

en la historia militar.

Habeis recurrido sin abrigos y sin zapatos

doscientas millas en el interior del
Perú.

El hielo intenso de las cordilleras

y el ardiente sol de las quebradas

no han podido abatir vuestro espíritu

que se ha manifestado superior a las

contrariedades.

Unidos con las imponentes masas

que asedian y atemorizan

al ejército chileno de Huancayo,

la victoria no podrá negarnos sus
favores.

Los soldados azulinos le responden:"Los chilenos
están atacando mi mariscal".

_Vayan a derrotarlos a Sangrar ,Pucará ,
Marcavalle, Concepción y San Pablo_ordena con voz
melodiosa el Mariscal. Los soldados reciben alimentos de unas
mujeres, llamadas rabonas, e inmediatamente se retiran repitiendo
estruendosamente:

_¡ A triunfar se ha dicho ¡, ¡ A
triunfar se ha dicho peruanos!

Cáceres agarrándose su barba blanca
repartida, también se retira. Luego reaparece con otro
uniforme, montado en un caballo blanco, con la bandera peruana,
seguido por los soldados y los montoneros, los cuales
encañonan sus fusiles contra los soldados chilenos, de
chaqueta roja y pantalón azul, que enarbolando su bandera
se aproximan hacia el ejército patriota. Al unísono
de los cantos zarzueleros, que acompañan a la
coreografía militar, los montoneros indígenas
descuartizan, con machetes y bayonetas, a los soldados invasores.
Corazones, pulmones, hígados, riñones, intestinos
de plástico salen de sus uniformes, haciendo un ruido
chilloso en el tabladilo y provocando espanto y risotadas en los
espectadores.

En la siguiente escena, una pintura de las
montañas de los Andes ,que transfonda el proscenio, es
ennublada por unos humos de colores. El fondo musical es
tenebroso como una melodía sacra. Los soldados chilenos
caminan lentamente,con sus rifles, entonando sus
voces:"¿Dónde está?, ¿Dónde
está? ¡Nunca lo podemos atrapar!, ¡Se
desaparece como por acto de brujería!".De pronto se apagan
todas las luces."¡Es el Brujo de los Andes!, ¡Es el
Brujo de los Andes! ¡Él ha provocado el
eclipse!".Alarmados cantan los invasores. Una luz roja ilumina
uno de los nevados andinos. Otro reflector, pero de luz blanca,
se proyecta al pie de la montaña donde se encuentra
Cáceres vestido de Brujo. Tenía un disfraz de
túnica negra y un capirucho del mismo color. Un parche de
cuero le cubría un ojo. Con sus barbas blancas
parecía el Mago Merlín.

Su voz grave, de divinidad griega, amenaza,"¡No
quiero volverlos a ver en mi tierra!, ¡Váyanse a su
país!" ."¡No nos iremos!, ¡Lima es
nuestra!".Responde la soldadesca con prepotencia, mencionando a
un adalid, llamado Letelier.

_¡Lima por el momento será suya, pero la
sierra es nuestra!, ¡La sierra no será incendiada
como Lima!_después de estas palabras de partitura,
Cáceres los señala con el dedo índice y los
hace caer en el piso, de donde salen los mismos humos de colores
que gravitaban por los picos andinos. Los chilenos se agarran la
cabeza en signo de dolor. Cáceres juntándose a cada
uno de ellos, les va diciendo "Al Perú se le respeta" y
sacando un puñal, hipotéticamente les corta una
oreja. Con sus manos ocultan el miembro auditivo. El Mariscal
camina hacia el límite del escenario y
enseñándoles diez orejas de cera, unidas por un
frágil cordoncillo, de un tamaño más grande
de lo natural, los amenaza con furor :"¡Perderán la
otra, si es que regresan a nuestra serranía!".El
telón vuelve a caer. El público aplaude. Se comenta
mucho sobre el buen cantar de los integrantes del elenco
nacional."Parecen artistas españoles".

_El Pisco Sour es peruano y no chileno_ afirmaba
Ángela Patricia Tivelli Valencia en un reportaje de canal
5 de televisión.

_Hoy 5 de Febrero es el día del Pisco Sour porque
se cumplen ochenta años de su creación en el
Perú. Desde 1,927 el Pisco Sour fue creado en el
Perú. Es decir dos años antes del tratado
limítrofe con Chile, llamado Rada Figueroa, consecuente
del Tratado de Ancón. Por lo tanto es peruano y no
chileno, co-

mo suelen decir ellos. Posiblemente piensan que Bernardo
O´Higgins, general chileno,y su ejército, al
desembarcar con sus tropas en Pisco en 1820, apoyando al
Libertador San Martin, hayan inventado el Pisco Sour al
encontrarse con las grandes plantaciones de la vid peruana. Y
quien sabe…………le pusieron sour, que
significa agrio, áspero, por la etnia inglesa que tuvo el
general o algunos de sus soldados.

Argumentó históricamente Angela Patricia
al periodista que la entrevistaba.

La señorita Tivelli Valencia apareció en
el Hotel Bolivar degustando el pisco sour, haciendo ademanes de
pertenencia al Perú. Solía decir que así
como los concursos, promovidos por organismos
gastronómicos internacionales, han premiado los platos y
entradas de la comida peruana, así también
deberían estos reconocer la peruanidad del pisco sour.
Llegó a decir que el pisco sour que había probado
en Santiago, no se comparaba con la exquisitez del
peruano.

Una cámara secreta la grabó con unas copas
piscosourianas, más de lo usual, declarando:"Los Rotos nos
han quitado los libros de la biblioteca, el reloj de Pedro Ruiz,
el Huáscar y ahora el Pisco Sour. Que tal raza. Se pasaron
de conchudos".

Con respecto a la Historia del Pisco Sour se nos dice
que en el siglo XVIII, la revista colonial "El Mercurio Peruano"
publicó la preparación de un pisco preparado con
limón. José Schiaffino en el libro "El Origen del
Pisco Sour, el Morris Bar, el Hotel Maury y el Gran Hotel
Bolivar" el cóctel llamado pisco sour se originó en
el Perú en los años veinte del siglo XX en el "Bar
Morris", en la calle Boza 847, en el Jirón de la
Unión del centro de Lima, en el cual se ofrecía
como una novedad el pisco sour, inspirado en el whisky sour.
Allí habría sido preparado por los barman peruanos
Alfonso Bregoye, Graciano Cabrera y Alberto Mezarina; por otro
lado José Antonio Schiafinno sostiene, en "El Origen del
Pisco Sour", que el inventor de la fórmula fue el
californiano Víctor V. Morris, propietario del Bar Morris,
que había abierto sus puertas en 1,915 y dejó de
existir en 1,933. Nadie visita su tumba del Cementerio
Británico del Callao.

"Los Liberados" volvieron a desarrollar sus pasiones
musicales con sus cantos independientes de todo convencionalismo
social. Pero esta vez los cantautores apuntaron más
directamente en su protesta política y social. El
régimen dictatorial de su país había
descuadrado los esquemas de la realización de su libertad.
En la playa de Viña del Mar, informalmente sin el permiso
legal respectivo,los Liberados ofrecieron un concierto de verano
para esa juventud playera de las truzas y los biquinis de
colores.

_Viejito milico o o o o
o,

que tanto le jalas la
pita

a tu gente que quiere
libertad,

vete a descansar a un
hospicio

y déjanos vivir en
paz.

Libertad con paz y
justicia,

es lo que nosotros
queremos.

No puedo bailar bien,

porque estas botas me
pesan.

No puedo cantar como
quiero

porque la mordaza a a a
a.

me la hacen tragar.

Me la hacen tragar y no puedo
cantar.

Cantar ar ar ar ar.

Y la muchachada reía, bailaba y saltaba de
alegría, con la frenética alegría que
trasmitían los Liberados. De un momento a otro, dos
camiones del ejército se cuadraron en la vereda del
circuito playero. Se bajaron unos soldados, en grupo de cuatro,
res-

guardando a su jefe que se encontraba en el centro. Los
jóvenes veraniegos miraron con temor, otros con burla.
Ninguno de los militares reparó en los cuerpos
esculturales de las jovensitas de la radiante estación. El
oficial se paró, con las manos en la cintura, frente al
escenario donde cantaban y tocaban los Liberados. Al ver que el
grupo no paraba de cantar, pese a su presencia,hizo una"T"con la
mano en signo de término. La banda musical
paró.Todos los muchachos protestaron al
unísono"¡No o o o o o o o!".El oficial volteó
a mirarlos y el "No" se debilitó hasta el silencio. El
militar subió al tabladillo ante las murmuraciones de los
fans roqueros. Le habló en voz baja al cantante principal.
El cuarteto descendió del proscenio, junto con el oficial.
Los asistentes comenzaron a recoger los instrumentos. Los
muchachos aplaudían con el slogans de "No se vayan","No se
vayan". Una ráfaga de ametralladora sobre la arena los
enmudeció en el acto. Los Liberados son conducidos al
camión.

Los Liberados fueron trasladados a la carceleta
principal de Santiago. Luego al Estadio Nacional de Chile. Se les
deportó a Argentina. En Buenos Aires, por varios meses, no
pudieron componer y cantar sus propias canciones de protesta. Ni
tocar sus instrumentos musicales, ni danzar, ni escuchar los
aullidos de su fans; porque tenían los ojos inflamados e
infectados, las bocas rotas , las orejas trituradas, los dedos
destrozados y las plantas de los pies con quemaduras, a
consecuencia de contactos eléctricos.

Los alumnos se maravillaban de las obras
artísticas y de los mausoleos esculturales del
Museo-Cementerio "Presbítero Maestro" de Lima.

_"Mira que paja ese ángel".

_ "Que alucinante su pelo ondulado de este
chibolo".

_"Esta señora que agarrada es".

_"Este tío es bien pituko para
pararse".

_"Mira esa casita de muertos es más grande que mi
casa".

Fueron las expresiones de admiración que
pronunciaron los escolares al ver las estatuas de ángeles,
niños, vírgenes, presidentes y el gigantesco
monumento sepulcral de Ramón Castilla, que estaba decorado
con personajes mitológicos y leones guardianes.

_¿Profe, por qué ahora los presidentes no
se hacen una tumba así?

_Porque ya no es costumbre hacerlo.

_No sólo por costumbre, profe, sino
también por plata. Imagínese cuanto le
costaría económicamente_ analizó un
alumno.

_Sí, pero con lo que los presidentes le roban al
país demás les alcanza_participó un
tercero.

_Por favor, alumno, más respeto. Estamos ante la
tumba de un presidente.

_Disculpe, profe, pero los presidentes de esa
época no eran como los de ahora.

_¿Y tú cómo sabes?_lo puso en duda
un compañero de clase.

_Ahora la gente importante gasta su plata en otras cosas
y no en tumbas.

Con la sonrisa en la cara un educando le disuadió
la idea.

_Ya,por favor, ahí lo dejamos. Estas discusiones
políticas la abordamos en el colegio. Ahora nos
encontramos frente a las tumbas de los Prado. El Padre: Don
Mariano, el presidente, y sus hijos: Leoncio, el héroe y
Manuel, también presidente.

_¡Qué mostro, profe, esa espada!

_Y hablando del Rey de Roma, aquí tenemos a
Marianito_ señaló el mausoleo uno de los muchachos,
mientras que otro terminó la frase
sarcásticamente,"El que se quedó con la plata del
Perú en Francia".

_Otra vez volvemos a lo mismo. También hay la
otra versión de que Mariano Ignacio Prado no pudo regresar
al Perú porque los puertos estaban bloqueados.

Defendió el profesor la memoria del
difunto.

_Ya ya ya ya, ya, profe, no la acomode_pluralizadamente
ridiculizaron los alumnos al profesor. El maestro sonrió
entre pensativo y dubitativo.

El profesor le explicó a los alumnos sobre la
supuesta versión histórica del Coronel Leoncio
Prado. Lo de las tres cucharitas que golpeó a la tazita de
café, y que esa fue la clave para que lo fusilaran. El
director del museo del cementerio, después de la
explicación, lo llevó al profesor a un lado,
tomándolo

del brazo, para contarle otra versión del
Héroe de Huamachuco, en privacidad y con la reverencia
respectiva."Yo le voy a contar a usted otra historia que
sé de Leoncio Prado, que nunca se ha dicho para no dejar
mal el apellido de los Prado, que ya estaba maculado con la ida
sin regreso del presidente. El joven coronel

cuando quedó herido de la pierna, al fin de la
batalla, fue recogido por un indígena y un sacerdote,
quienes lo llevaron a una humilde vivienda. Estando solo, se
escapó al escuchar los quejidos de las víctimas de
los repaces chilenos. A diferencia de lo que nos cuenta Ricardo
Palma, no lo encontraron soldados chilenos, sino peruanos. Fue
trasladado a Cajamarca. El presidente provisorio Miguel Iglesias
y otros altos oficiales, decidieron elevarlo al grado de general
por la lucha aguerrida que desató en Huamachuco, pese a
que fuimos derrotados. En la reunión de gala que se
encontraban los generales y coroneles, con sus esposas, el
presidente dio el discurso de honor, previamente a su
condecoración. Sucedió que minutos antes de
imponérsele el grado de general, un coronel "x" que no le
tenía simpatía a su homólogo, tomó la
palabra:

_Disculpen, Señor Presidente y todos los
oficiales presentes, damas y colegas míos, quiero darles a
conocer algo que es necesario saber por respeto al estado, a
nuestra heroica milicia y a la moral de la nación. El
Coronel Leoncio Prado es hijo natural, no legítimo, del ex
presidente Mariano Ignacio Prado. Es hijo de una amante. No de la
esposa oficial del matrimonio.Un "¡Oh oh oh oh oh!", se
escuchó por toda la sala de la condecoración,
siendo las esposas de los militares las más asombradas. En
esa época era un escándalo tener hijos fuera del
matrimonio o más claro: Ser hijo de una amante. El joven
coronel no soportó la deshonra, sacó un
revólver y se suicidó de un balazo en la sien.
Cuando lo exhumaron ,encontraron su esqueleto con el esfenoide
agujereado".

El profesor recordó la supuesta fotografía
del cadáver de Leoncio Prado, después del
fusilamiento, y pensó:"Seguramente ha sido retocada".
También se acordó de la carta histórica, del
héroe a su padre, el día de su ejecución:
"La habrán inventado".

El docente, departiendo con algunos discípulos,
intentaba interpretar el sentido de una escultura, donde un
ángel abrazaba y cargaba a un supuesto héroe para
llevárselo al cielo.

_Que impresionante, profe. Es como si esa cúpula,
con ese

ángel, se nos viniera encima_trasmitió su
sensacionalismo un alumno al ver el ciclópeo mausoleo de
la Cripta de los Héroes. En el interior del mortuorio el
profesor sintió una extraña emoción. Era
como si el espíritu de la muerte lo hubiera encerrado en
esa urna de mármol.

_Vamos alumnos, ya. Faltan tres tumbas más por
visitar y todavía nos quedan los monumentos de las plazas
públicas.

_Uy uy, profe, no me diga que le tiene miedo a Grau,
Bolognesi, Cáceres y a otros de estos compadres que
están enterrados aquí.

_Yo no le tengo miedo a nadie_se molestó el
profesor al ser revelado su temor.

_Una bromita pe, profe. Yo creo que usted tiene la
razón. Mejor nos vamos, no vaya a ser que la bota de
Miguel Grau nos agarre a puntapiés, como lo vi en una
comedia de terror. Ja ja ja ja ja.

El alumnado se rió estruendosamente. El profesor
se olvidó del terror pasajero que lo había acosado.
Luego les recordó que la bota de Grau, que tenía la
tibia o el peroné, se encontraba en el Museo Naval del
Callao, pero que no había tiempo para
visitarlo.

En la tumba de Alfonso Ugarte es impresionante ver la
estatua de una mujer que llora ante su hijo muerto. El mismo
epitafio da a conocer el hecho de que es su madre quien se
está lamentando.

_Pucha, profe, si algún día me muero, mi
viejita llorará igual,
¿no?…¿no?….o mejor creo, que yo debo
morirme primero.

_Uno debe morirse cuando Dios lo
quiere_providenció el profesor.

_¿Profe, y ahí está enterrado con
su bandera y con su caballo? Ja ja ja ja.

_¿Supongo que es una broma, no?_replicó el
maestro.

_Claro, pue, profe. Ésa es para que se ría
usted, Alfonso Ugarte y su mamá desde el cielo.

_O sea que este compadre nos ha agarrado a cuento cuando
escribió sobre la Tazita de Café y el
Fusilamiento_dudó de la Tradición de Leoncio Prado,
un alumno al encontrarse ante el mausoleo de Ricardo Palma(El
Bibliotecario Mendigo)

_¿Por qué cree usted que nos ha agarrado a
cuento cuando escribió la tradición sobre Leoncio
Prado?

_Ya pue ,profe…….no se me haga, que yo he
escuchado lo que le contó el tío de este
cementerio.

_Oye, el papel aguanta todo. Eso es lo que ha contado un
peruano. Un chileno puede contar otra cosa_razonó un
alumno extranjero.

_Profe, cambiando el tema, ¿es verdad que la
palabra "carajo" tiene su origen en lo caro que estaba el ajo,
durante la guerra, según una Tradición de
Palma?

_No sé, alumno. Las tradiciones no siempre son
históricas.

Visitaron la tumba del Niño Héroe Manuel
Bonilla_"Yo, ni de vainas muero por mi patria, profe". "Yo, si me
pagan y si es que voy a resucitar".

Al concluir el alumnado el rezo de difuntos ante la
lápida de la heroína francesa Hermasía
Paget, un discípulo preguntó, en voz baja y con
mucho respeto, por un detalle sepulcral:

_Profe, disculpe, no se vaya a molestar, pero, ¿
por qué la tumba de esta monjita es tan misia?,
¿por qué no tiene un mausoleo bacán como los
otros?

_Bueno, que le puedo decir. Tal vez sea porque las
monjas hacen un voto de pobreza cristiana.

_Sí, pero Francia tiene plata. Le puede construir
un mausoleo más ficho que los que hay acá y en el
Vaticano.

Antes de recorrer los monumentos de las plazas
públicas, los alumnos, con el profesor, comieron picarones
en las afueras del viejo cementerio. Fue un momento de
fraternidad, jolgorio y diversión. Constantemente se
jaraneaban con la bota de Miguel Grau y con la cabalgata de
Hermasía Paget. Y de paso se burlaban de los modismos
mapochos:"Diosito","Azuquitar" y "Cucharita".

Sus energías las cargaron con la dulce
picardía criolla, necesaria, en ellos, para continuar con
las visitas culturales.

_Aquí a Grau lo veo bien sobrado, profe_dio su
apreciación un alumno al ver el monumento de Grau, que
está con los brazos cruzados, del Paseo de la
República de Lima.

_Es una postura de orgullo por el triunfo de Iquique y
el heroísmo de Angamos.

Cambió la idea del alumno ,el
profesor.

_¿Y estos ángeles tienen buenos
pechereques, no profe?

_Repare más usted en lo que los ángeles le
quieren decir espiritualmente, de lo que físicamente
estén representados.

_Este Bolognesi me gusta más porque está
parado con su cuete y su bandera. No está echado como el
de la pintura del museo.

_Es que representa al Bolognesi del inicio de la
batalla_la escultura fue observada, con admiración, por el
profesor.

_Ellos eran héroes porque les pagaban, sino no
iban a pelear por la patria_monetarizó la épica un
estudiante.

_A todos se nos tiene que pagar para vivir. Lo
importante es que hagamos bien las cosas de acuerdo a nuestro
pago. Y en el momento que uno lo hace, se olvida del sueldo. Los
héroes hicieron bien su trabajo por la patria_abogó
el maestro por los epopéyicos personajes.

_Profe, acá los ángeles tienen
testículos y allá, en Grau, tienen senos.
Sáqueme de dudas: ¿Los ángeles son hombres o
mujeres?

_Los ángeles son asexuados. No tienen sexo. Pero
cuando vienen a la tierra se pueden encarnar en hombres o
mujeres. Son esculturas de influencia grecorromana. En los
monumentos que estamos viendo, se ponen ángeles
simbolizando el acompañamiento a los héroes en su
gloria celestial, al lado de Dios. Similar a los
santos.

_Y este jinete que está tirado con su caballo
¿Es Alfonso Ugarte?

_Parece que sí. Pero tengo mis dudas. Aquí
el caballo está caído en la tierra y no en el
mar_el profesor puso sus narices muy cerca a los cascos del
equino.

_Pero, profe, usted nos dijo que lo del caballo en el
agua es mentira. A lo mejor Alfonso Ugarte se murió al
golpearse la cabeza cuando el caballo se cayó al
suelo.

El profesor controló la risa y se puso a pensar
sobre el monumento a Alfonso Ugarte, que está en la
Avenida Javier Prado Oeste"Seguramente dirán en son de
burla, que el caballo está vomitando o que la escultura es
bien chévere, pero que Alfonso fue un sonso porque
dejó su viaje pituko a Francia por joderse en una guerra
que lo llevó a la muerte. Ya pasó la
épóca de los héroes ,profe".

_Este Cáceres no dice mucho con estar sentado en
su caballo.

Decepcionadamente visualizó un colegial el
monumento de Cáceres.

_Si dice bastante. Porque Cáceres siempre
triunfó y peleó con su caballo_intentó
animarlo el profesor al alumno.

_Pero, profe, éste ni siquiera tiene
ángeles. A lo mejor como era brujo el diablo se lo
llevó al infierno y no los ángeles al cielo. Ja ja
ja ja ja.

_Pero no dicen que era el Brujo de los Andes y que le
cortaba las orejas a los chilenos. Le hubieran puesto al menos su
varita mágica en la mano.

_¿Y estos Pacharacos?

_No son Pacharacos. Son campesinos a quienes
Cáceres defendió, ayudó y también
ellos le dieron la mano.

_¿Qué……Cáceres
tenía hermano?_escuchó mal un alumno
chileno.

_Escucha bien, oye. Ha dicho mano, no hermano. A
éste creo que Cáceres le ha cortado la
oreja.

En el Óvalo de Higuereta, que intersecta las
avenidas Benavides y Thomás Marsano, los alumnos
terminaron su actividad cultural con la visita a la Plaza de "Los
Cabitos". El monumento representa a un grupo de jóvenes
cabos que defendieron Miraflores ante el ataque del
invasor.

_Cabitos o cabritos_vulgarmente fastidió un
estudiante.

Partes: 1, 2, 3, 4
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